El marido estaba en estado de coma.
Salió y entró de ese estado durante meses y, aún así, su mujer permaneció a su lado todos los días.
Un día despertó, le pidió a su mujer que se acercara y, con lágrimas en los ojos, le dijo:
— Siempre has estado a mi lado en cada momento malo. Cuando fui despedido del trabajo, me diste ánimo; cuando mi negocio quebró, estuviste ahí; cuando me dieron aquella paliza, no te separaste de mí; cuando perdimos la casa, seguiste junto a mí; cuando mi salud empezó a decaer, estabas ahí mismo, a mi lado...
¿Sabes qué?
Ella con lágrimas en sus ojos respondió: — ¿Qué, querido?
— Pa' mí, que usted es la que me trae mala suerte. jajajaja
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