A partir de los 20 años de edad, las mujeres debemos realizar la autoexploración. Esta clase de exámenes debe hacerse justo después de la menstruación y con regularidad, lo que nos permite conocer la forma y consistencia del seno. Conocer tu propio cuerpo te permitirá detectar anormalidades tales como: bultos, inflamaciones, secreciones, aumentos de temperatura, dolor, cambio en la coloración o forma del pezón, cambios en el tamaño de los senos, ardor.
Realiza esta práctica frente a un espejo. Coloca tus manos detrás de la cabeza y clava los codos. Observa ambos senos, su forma, tamaño, y si hay masas o hundimientos, cambios en la coloración de la piel y posición del pezón.
Levanta el brazo izquierdo y presiona con la yema de los dedos índice y medio en movimientos circulares. Empieza desde abajo hacia arriba, hasta llegar al pezón.
Presiona entre los dedos cada uno de tus pezones, si tienes alguna secreción, acude con un especialista.
Si tienes duda sobre cómo realizar estas pruebas, pregunta a tu médico la manera correcta de realizar estos auto-exámenes.
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Fuente: American Center Society http://www.cancer.org/
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